Si bien las fiestas de fin de año son esperadas por todos y un muy buen motivo para reunirse en familia, suelen ser también ocasión para realizar desajustes dietarios.
A la hora de cocinar tus platillos, ten en cuenta estos consejos para “alivianar” o quitar valor lípido y sustancias poco saludables de tus comidas festivas:
*Saltea las cremas y aderezos pesados. Si tienes que preparar guisados opta siempre por caldos magros de aves o verduras, y por lácteos desnatados en lugar de crema o leche entera, en las preparaciones cremosas. Si necesitas espesar, recuerda que siempre tienes la opción de utilizar fécula de maíz: ½ cucharada por taza de líquido, es la medida justa.
*Evita las mantecas. En purés recuerda que puedes sustituir las mantequillas de origen animal por la misma cantidad (que esté especificada en tu receta) de yogurt libre de grasas y sin sabor o por queso cottage o cremoso en sus versiones reducidas en grasas.
*Aves, elije una alternativa y preparación magra. En lugar de hacer pavo o pollo a la manteca, prepáralo con una combinación de hierbas frescas y aceite de oliva virgen (incluso puedes usar ajo y pimienta, si te gusta). Además, es mejor si para cocinarlo usas una rejilla asadora que permita que la grasa escurra.
*Elabora salsas y aderezos magros. Si buscas una salsa fácil de preparar, sabrosa y de bajo contenido lípido, apúntate esta opción: a temperatura ambiente, mezcla una cucharada de fécula de maíz en ¼ de taza de caldo desgrasado de ave. Coloca a fuego lento otra taza y 1/2 del caldo, hasta que rompa el hervor. Luego, agrega este caldo caliente a la primera preparación y bate bien. Llévala al fuego hasta que hierva, revolviendo siempre, verás que a los minutos espesa. (Puedes agregarle también hierbas o especias para saborizarla)
*Finalmente recuerda que puedes reemplazar las yemas de los huevos: en lugar de utilizar un huevo entero puedes hacerlo con dos claras, o tres, si lo que necesitas en tu receta son dos huevos enteros.
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