Según un reciente estudio de la Harvard Medical School de Estados Unidos sería en las fases iniciales del sueño cuando los niveles de energía en el cerebro se incrementarían en mayor medida.
El grupo de investigadores midió los niveles de adenosina trifosfática (ATP) -un tipo de energía química de las células- en ratas. De este modo, pudieron constatar que los niveles de ATP en cuatro zonas del cerebro normalmente activas durante el estado de vigilia se incrementaban durante las horas de sueño no-REM, es decir, las primeras horas.
Y al mismo tiempo, el resto de la actividad cerebral se reducía. Ante estos resultados, los investigadores han deducido que el sueño es efectivamente necesario para que la energía ATP surja, de lo contrario, dicho incremento energético no se produciría y tampoco el proceso restaurativo del cerebro que acompaña al sueño.
El estudio tiene el valor añadido además de haber sido el primero que logra establecer un mecanismo biológico preciso sobre los beneficios del descanso nocturno para el cerebro.
Vía 20minutos.es
Deja una Respuesta
¡Sé el primero en comentar!