La gran mayoría de nosotros padecemos estrés, en distinto grado, y aunque es un compañero cotidiano, lo mejor será mantenerlo bajo control para evitar que afecte la salud y nuestro quehacer diario.
¿Qué es el estrés?
Es una respuesta física y psicológica normal ante las situaciones de la vida, sean positivas o negativas, tales como tener un trabajo nuevo, perder a alguien querido, un divorcio, etc.
Cuando el cerebro percibe una amenaza, hace que el cuerpo libere hormonas para estimular o mejorar la capacidad de respuesta, cuando la amenaza pasa, el cuerpo frena esta liberación para recuperar el equilibrio. Pero hoy en día, sucede que se vive tan “bajo amenaza” y presión que este continuo estrés hace que la liberación de hormonas estimulantes sea constante, lo que puede llevar a un desequilibrio y a problemas de salud.
Tipos de estrés
*Estrés agudo: se llama así al más frecuente, es un estrés emocionante en grado bajo, aunque si se torna constante resulta agotador. Este tipo de estrés surge como consecuencia de las exigencias y presiones del pasado, y en pensar y preocuparse por lo del futuro cercano.
*Estrés agudo episódico: estas personas tienden a tener una vida desordenada, con mal carácter, agitación constante, ansiedad y tensión. Sus relaciones interpersonales se deterioran con rapidez y el lugar de trabajo se torna un sitio muy estresante, afectando también a los que están con ellos.
*Estrés crónico: el estrés crónico es desgastante y agotador, y va minando el cuerpo, la mente y la salud. Este tipo de estrés proviene de experiencias traumáticas de la niñez que se interiorizan y afectan de una manera profunda la personalidad. Se presenta cuando la persona que lo sufre no encuentra solución o salida frente a un problema y se desgasta hasta llegar a una crisis nerviosa final y fatal.
Síntomas
-Tristeza y depresión.
-Ataques de llanto.
-Pensamientos negativos, incluso, suicidas.
-Preocupación constante.
-Insomnio.
-Dificultad para concentrarse.
-Trastornos sexuales.
-Conflictos.
-Inseguridad.
-Frustración.
-Bajo desempeño escolar o laboral.
-Cefalea.
-Ira.
-Dolor o tensión muscular en cuello y espalda.
-Mareos.
-Taquicardia.
-Puede complicar enfermedades crónicas como el cáncer y la diabetes.
-Podría desencadenar o agravar la gastritis, la úlcera y estreñimiento.
Deja una Respuesta
¡Sé el primero en comentar!