La salud digestiva es muy importante, no solo en sí misma sino también para mantener el bienestar y la salud en general. Además de beber abundante agua a diario y de consumir los alimentos adecuados, hay otros trucos o consejos que bien pueden ayudar.
Aceite de oliva y limón
Cada mañana, al levantarte, podrás hacerte una mezcla de aceite de oliva extra virgen con limón (15 ml del primero más 5 ml de zumo de limón) para desinflamar el sistema digestivo, depurar el organismo y facilitar la digestión en general.
Se recomienda seguir este tratamiento durante cuatro días seguidos. Además, se estará favoreciendo la salud del hígado y del páncreas.
Limita las grasas
Los lípidos no solo engordan sino que también son difíciles de digerir y tardan mucho en procesarse, además de liberar toxinas y sustancias dañinas. Ahora bien, no se trata de no consumir grasas, sino de limitarlas y de escoger las más saludables, esto es, las de origen vegetal.
Fuentes saludables de grasas: aguacates, aceite de oliva y demás aceites puros, huevos, pescados azules, frutos secos.
Fibra
La fibra es un compuesto necesario para el buen funcionamiento digestivo: según las recomendaciones, se deben ingerir 30 gramos de fibra para una buena digestión. En este caso, la mejor fibra es la insoluble, presente, por caso, en el salvado de trigo o en los frutos secos.
La fibra soluble, por su parte, ayudará a reducir el nivel de colesterol y de azúcar en sangre. Se puede encontrar, por ejemplo, en la avena.
Respeta las cinco comidas diarias
Lo mejor para que el estómago y demás órganos puedan funcionar adecuadamente es incorporar varias raciones más pequeñas de alimentos. Por ello, se aconseja hacer las cinco comidas diarias: desayuno, tentempié de media mañana, almuerzo, merienda y cena. De este modo no se estará privando al cuerpo de energía durante largos períodos de tiempo y no se estará sobrecargando el sistema digestiva de repente con copiosas comidas.
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